
Al fondo la cumbre del San Lorenzo, la nieve plagada de garfios de hielo.
El domingo 21 de diciembre, tras un mes y medio de borrascas y nieve, el dios Eolo nos brindó unas condiciones de vuelo espectaculares. Lugar, el pico San Lorenzo, situado en la sierra de la Demanda, con la estación de esquí de Valdezcaray a sus pies. Si no fuera por los remontes en telesilla de la estación de esquí, no hubiéramos podido volar. El telesilla te permite remontar hasta 2100 metros y desde allí si hay viento se puede despegar para remontar por alguna de las caras del pico San Lorenzo.
Había una inversión bien marcada hasta los 1700, 1800 m de altura. Al llegar arriba, el viento estaba nordeste, no es la mejor orientación pero la cara norte del pico rinde bastante bien. El despegue era un poco farragoso ya que la nieve estaba muy helada y por la erosión del viento norte se habían hecho unos garfios de hielo en los que se enredaban los cordinos (se puede ver el detalle en la primera foto), había que buscar una zona limpia para despegar.
Yo fui el primero en despegar e inmediatamente detrás Robert. Enseguida me pegue a la cara norte para remontar, así fue, mi vario comenzó a pitar y empecé a remontar a + 1m/s constante. El viento estaba al limite pero no aumentaba con la altura, había que tener un poco de cuidado con volar a poca altura sobre las crestas ya que el viento se aceleraba y te hacía volar marcha atrás. El viento era muy laminar como si estuviera volando al lado del mar, la diferencia era que a esa altura se nota el aumento de la velocidad del parapente.
Después de unos 20 minutos volando y tanteando la zona había conseguido subir a 2513 metros de altura más de 200 metros sobre la cumbre del San Lorenzo. Hice una barrena y aterricé justo donde había despegado. Ya estaba toda la peña arriba un montón de pilotos que habían venido de La Rioja y País Vasco. La gente iba despegando con algunas dificultades y yo salí a volar de nuevo. Las condiciones seguían igual y me concentré en subir todo lo que pude. Delante de la cumbre se subía hasta 2500 m, me di cuenta de que los pilotos que iban hacia el aterrizaje de Ezcaray también subían, así que empecé a volar hacia el oeste y de repente una ascendencia milagrosa y muy suave empezó a elevarme como por arte de magia a 0,1 entre y 0,5 m/s 2600, 2700, 2710, 2720, 2730 y 2740 ¡¡estaba alucinando!! En esa época del año y a tanta altura, estaba a unos 1000 m de altura de la cresta que tenía justo debajo, salia hacia el valle y me mantenía en un 0 enorme y esa ascendencia tan grande y suave no podía ser otra cosa que Onda de las crestas que tenía delate. Que os voy a contar pues que la vista allí arriba era increíble, se podía ver a la vez los Pirineos, la Cordillera Cantábrica y el Sistema Central, además de toda La Rioja.
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como molaria hacer eso
Genial el articulo, cuando me gustaría poder tener una experiencia en ese escenario tan espectacular, algún día podre visitar el pico san lorenzo, al igual que los invitamos en venir a colombia!
Hola pichon,en cuanto salga otro anticiclon,la liamos parda,pero esta vez con chuletada por la noche,je je.
Felicidades por el vuelo. ¿Qué vela es la de Robert?. no la reconozco, ¿podría ser una Nova Factor?. Creia que volaba una Combat
Si es una Nova Factor. La está probando ya no vuela con la Combat.
ufff….madre mía…qué pasada Marco!!! felicidades. Por cierto, me alegra ver que has recuperado tu blog. Un besazo